Es curioso, siempre he creído que todo lo que he estudiado no quedaría solo en el ámbito meramente académico.
Es decir, que estudio para superarme y para aprender y transmitir. Ahora bien, en ocasiones este pensamiento choca con las mentes universitarias más arcaicas y obtusas. Creo que el conocimiento hay que democratizarlo, sacarlo de las aulas y los claustros y para ello hay que adoptar medios populares de comunicación.
Debemos de preocuparnos menos por el Journal o el Science correspondiente y hacer que alguien (que de otra manera nunca hubiera tenido acceso a según qué recursos o información) se interese por nuestras experiencias y nuestros gustos.
Puedo asegurar que entre mi circulo profesional, tanto médico como histórico antropológico, se encuentran investigadores internacionales de primera línea, pero el reconocimiento más grande no viene de ellos, eso alimenta mi ego, viene de la gente que me escucha en la radio, me lee fuera de las revistas científicas y en la calle o en la web me ha transmitido su entusiasmo hacia mi labor.
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