miércoles, 30 de septiembre de 2015

Monstruos de lo físico

Son aquellos que hoy día pertenecen al ámbito de la ciencia médica: gemelos siameses, enanos, gigantes, obesos, labios leporinos, hermafroditas, elefantiásicos, patizambos, paticortos, cuernos y dermatosis varias etc.
Rompen la perfección del cuerpo del hombre, constituyen el caos, el error de Dios, los hijos del pecado, de lo proscrito, pero a veces en otras culturas se hallan mucho más cerca de lo sagrado, siendo intermediarios con los dioses en el destino de los hombres. También según la época histórica constituyen fenómenos de experimentación.
De este grupo podemos hablar realmente a partir del Renacimiento y la Ilustración, tengamos en cuenta que es cuando se empieza a desarrollar la ciencia moderna.

«Las causas de los monstruos son varias. La primera es la gloria de Dios. La segunda, su cólera. Tercera, la cantidad excesiva de semen. Cuarta, su cantidad insuficiente. Quinta, la imaginación. Sexta, la estrechez o reducido tamaño de la matriz. Séptima, el modo inadecuado de sentarse de la madre, que, al hallarse encinta, ha permanecido demasiado tiempo sentada con los muslos cruzados u oprimidos contra el vientre. Octava, por caída, o golpes asestados contra el vientre de la madre, hallándose ésta esperando un niño. Novena, debido a enfermedades hereditarias o accidentales. Décima, por podredumbre o corrupción del semen. Undécima, por confusión o mezcla de semen. Duodécima, debido a engaño de los malvados mendigos itinerantes. Y decimotercera, por los demonios o diablos.» 
(Ambroise Paré; Monstruos y prodigios edición de Siruela, col. Biblioteca sumergida, en 1987).

Una parte importante de la teratología renacentista se crea en la observación de procesos biológicos anormales, registrados en una exhaustiva literatura médica elaborada con una enorme curiosidad científica y grandes dosis de ingenuidad. Los monstruos de este tipo son portentos individuales: criaturas malformadas con deformidades físicas o fruto de partos anómalos; otras con trasmutaciones producidas por hibridación -pues se aceptaba la posibilidad de fecundaciones entre especies diferentes- y otros con una serie de enfermedades que condicionaba su apariencia física.
Ambroise Paré, cirujano francés padre de la moderna cirugía,  por su parte, realizó una recopilación en su libro Monstruos y prodigios  en 1575, obra con voluntad científica y en el fondo con mucha imaginación.

“Los monstruos son cosas que parecen fuera del curso de la Naturaleza (y que en la mayoría de los casos constituyen signos de alguna desgracia que ha de ocurrir), como una criatura que nace con un solo brazo, otra que tenga dos cabezas y otros miembros al margen de lo ordinario. Prodigios son cosas que acontecen contra la naturaleza, como una mujer que dé a luz una serpiente o un perro, o cualquier otra cosa opuesta a la Naturaleza” 
(Ambroise Paré; Monstruos y prodigios edición de Siruela, col. Biblioteca sumergida, en 1987).

Otros autores lo hicieron desde la perspectiva de la ciencia médica y los estudios anatómicos, biológicos o zoológicos como Ulisses Aldrovandi, autor de Monstrorum historiae, cum paralipomenis historiae omnium animalium, en 1642, que servirá de base para toda zoología y botánica posterior; la de Conrad Gessner, Historiae animalium en 1558, padre de la zoología moderna, o en el siglo XVII, la de Fortunio Liceti, cuya obra De monstruorum causis, natura et differentis  en 1616.
Desde el arte, Alberto Durero, realiza los grabados que posteriormente formarían parte de las grandes cosmografías enciclopédicas de aquella época y de los gabinetes de curiosidades.
En la mentalidad de la época renacentista y barroca, todo lo portentoso tenía una razón de ser, los monstruos eran designios divinos y existían para mostrar o anunciar algo que debía ser interpretado y atendido. Mientras científicos y naturalistas se esforzaban en desentrañar su misterio formal, abundaban los adivinos y agoreros empeñados de leer el futuro y descubrir los misterios que estos seres anunciaban, por lo general acontecimientos catastróficos. 
Sin embargo en el periodo de la Ilustración, en el siglo XVIII inicialmente los primeros años constituyeron un objeto de contemplación resultado de una naturaleza juguetona, y admirados por los científicos como hermosos y a finales de siglo fueron representados directamente como objetos bellos, porque toda deformación seguía ciertas regularidades de la naturaleza, lo que supuso su muestra en museos y que cierta sociedad no científica sino con poder económico, tuviera acceso a su disfrute visual. Por otra parte los científicos evolucionan hacia la participación directa, insistiendo en las disecciones e investigación en cuerpos muertos y también en cuerpos vivos, considerados en ocasiones como seres inferiores sin sufrimiento. En los siglos XVII y XVIII, vamos a mostrar un ejemplo, los anatomistas se quejaban de que los padres de las criaturas monstruosas no daban su autorización para realizar las disecciones e insistían en enterrarlos cristianamente, puesto que la Iglesia aceptaba a estas criaturas como seres humanos y si nacían vivos, se les podía bautizar. El tocólogo de Gottingen, Friedrich Benjamín Osiander informó del caso de un hombre que había perdido a su mujer y a su hijo con dos cabezas de que no quería que se llevara el cadáver para su colección. Tras el funeral incluso el hombre temía que robaran el cadáver, puesto que los médicos deseaban en exceso estas monstruosidades para sus colecciones, descalificando como supersticiones los deseos de los padres.
Estas actitudes de morbo social, en el siglo XIX y parte del XX dieron paso a los mercaderes de ferias que comerciaron con la triste realidad de algunos seres humanos.

Monstruos dibujados por Ulisse Aldrobandi en el S.XVI; cada imágen se acompaña de una leyenda:

1.-En alguna isla del mar Caspio hay leones como el que se ve, tienen rostro humano pero son salvajes y feroces...
2.-En el último lugar de África, al final de la tierra, hay hombres que son del todo humanos excepto porque tienen el cuello de grulla y en el rostro, pico y barba de gallo...
3.-En el país del gran Tamerlán hay centauros de esta forma...
4.-En algún lugar de Tartaria se han encontrado monstruos como el que veis, tienen un cuello largo sobre el busto y en el extremo una cabeza de grifo, y en el pecho un rostro humano...

sábado, 26 de septiembre de 2015

Los animales y la muerte I

Pueden los animales predecir desgracias, fallecimientos, cataclismos. Existe una conexión con el inframundo con distintas especies...

El animal abre ante mí una profundidad que me atrae y que me es familiar. Esa
profundidad en cierto sentido la conozco: es la mía. Es también lo que me es más
lejanamente escamoteado, lo que merece ese nombre de profundidad que quiere decir con precisión o que me escapa... no es siempre, y nunca lo es del todo, reductible a esa especie de realidad inferior que atribuimos a las cosas. Un no sé qué de dulce, de secreto y de doloroso prolonga en esas tinieblas animales la intimidad del fulgor que vela en nosotros”.
Georges Bataille, Teoría de la religión.

 El hombre moderno, el habitante de las ciudades, ha perdido por lo general el vínculo con los animales, también ha perdido su capacidad de asombro y reverencia frente a la naturaleza, y de la misma manera ha perdido parte de su humildad y religiosidad.
Sin embargo, para los hombres antiguos y para aquellos contemporáneos al margen de las grandes corrientes de la civilización, considerados primitivos o salvajes, el mundo que rodea al ser humano se encuentra plagado de misterios y de fuerzas sobrehumanas.
Podríamos decir que es parte de una experiencia religiosa, en la que voluntades y poderes divinos se manifiestan y actúan sobre el mundo en forma de seres diversos. Los animales como parte de estos seres van a tener un fuerte protagonismo, porque son
poseedores de una fuerza vital y un poder físico que sobrepasan lo humano (viven bajo el agua, vuelan, tienen garras…). 
De esta manera los animales se ubican dentro de lo divino, bien como símbolos de diversas ideas, bien como deidades o representantes de ellas.
Los animales son seres expresivos que permiten intentar una comunicación con ellos, estableciendo lazos de dominio, sumisión, resultantes de una lucha por la supervivencia, también de amistad, amor, consubstancialidad y hasta de parentesco. Estos lazos hacen que los animales actúen como demiurgos entre el hombre y aquello que es más lejano y
extraño: el cielo, el inframundo, la vida y la muerte. Dice Mircea Eliade:
Aprender el lenguaje de los animales, y en primer lugar el de las aves, equivale, en cualquier parte del mundo, a conocer los secretos de la naturaleza y, por tanto, a poder profetizar. El lenguaje de los pájaros se aprende por lo común comiendo carne de serpiente o de otro animal tenido como mágico. Estos animales pueden revelar los secretos del porvenir, porque son considerados como receptáculos de las almas de los muertos o las epifanías de los dioses. Aprender su lenguaje, imitar su voz, equivale a poder comunicarse con el más allá y con los cielos”.

Cueva de Tito Bustillo, Asturies.

jueves, 24 de septiembre de 2015

Reflexionando: amigos imaginarios.

Desde siempre me ha fascinado la embriología del sistema nervioso central, su formación, como intraútero, cuando va madurando un feto, se producen los fenómenos más determinantes de nuestra existencia.
Como es posible que fetos de 30 semanas sientan, como será el pensamiento, que vínculos se desarrollan con la madre y sobre todo como influye el mundo que les rodea. Es increíble, pero más increíble aún es como los médicos, los científicos tenemos la tendencia de categorizar todo, de “biologizar” absolutamente todo, dejando de lado el mundo emocional, que en muchas ocasiones es de gran trascendencia.
En neurociencia conocemos la poda sináptica o poda neuronal (pruning) como una serie de procesos reguladores neurológicos que facilitan los cambios en la estructura de los nervios mediante la reducción del número total de neuronas y sinapsis, dejando las configuraciones sinápticas más eficientes. Se considera como una característica general del desarrollo neurológico de los mamíferos. 
Dicha selección comienza cerca del nacimiento y se completa en el momento de la maduración sexual en los seres humanos. Sabemos que el cerebro humano está formado por más de 100 mil millones de neuronas. Dos factores contribuyen a este crecimiento: el crecimiento de las sinapsis entre neuronas y los procesos de  mielinización de las fibras nerviosas. En general, el número de neuronas en el córtex cerebral aumenta hasta la adolescencia reflejando un crecimiento de las sinapsis o conexiones. Posteriormente una disminución en las mismas se ve después de la adolescencia reflejando la poda sináptica, de hecho aproximadamente el 50% de las neuronas durante el desarrollo no sobreviven hasta la edad adulta. La poda es influenciada por factores ambientales y se identifica con fenómenos de aprendizaje.
Se cree que el propósito de la poda sináptica es eliminar estructuras neuronales que no son necesarias para el cerebro y así la necesidad de comprender estructuras más complejas se convierte en mucho más importante,  en detrimento de asociaciones más simples formadas en la infancia que se piensa que directamente desaparecen o son sustituidas por otras.
Por otra parte vamos a describir lo que es un amigo invisible en la infancia.
Muchos niños en edades tempranas tienen un amigo imaginario con el que hablan, con diálogos estructurados o juegan animadamente. En ocasiones esto resulta una preocupación para muchos padres, que acuden al pediatra o al psicólogo infantil.
El amigo imaginario es un fenómeno bastante común (hasta un 65% de niños norteamericanos de menos de 7 años ha tenido uno) pero aún no sabemos por qué surge este compañero y en que momento del desarrollo del pequeño.
Mientras que para el psicoanálisis y el cognitivismo clásicos los amigos imaginarios eran una  expresión de inmadurez o síntomas de una incipiente neurosis, hoy día se considera que esto no es así en absoluto.
Las teorías que manejamos son: primero que al estar a cargo de las dos partes de la comunicación, se va a facilitar el desarrollo de habilidades comunicativas, ampliando el vocabulario y la comprensión de la realidad desde la perspectiva del amigo imaginario; en segundo lugar, estos amigos pueden ayudar a expresar sentimientos, incluso disminuyendo cualquier comportamiento agresivo o violento; y finalmente, en una menor población, la aparición de un amigo imaginario se considera un intento del niño por cubrir su carencia afectiva. En estos casos surge como un chivo expiatorio para explicar aquellos comportamientos que se rechazan en el ámbito familiar. 
En estos contados casos es cuando debemos de estar encima para evitar que se patologice al niño y estar pendientes de las posibles carencias emocionales del pequeño o bien si que se puede corresponder con un posible proceso de enfermedad.
Normalmente el compañero imaginario desaparece al socializarse el niño de forma con otros niños, casi siempre sobre los 6 años de manera clásica. Sin embargo investigadores de la Universidad de Washington, han encontrado que hasta el 31% de los niños de 6 y 7 años tenían amigos invisibles mientras que este fenómeno aparecía solo en el 28% de los preescolares.
 Llegados a este punto, si nos fijamos, es muy posible que el mayor desarrollo del cerebro humano que se produce en esta primera infancia, se corresponde con una creencia en el mundo fantástico, en un mundo más cercano a lo primitivo que al racionalismo que nos rodea. Y no podría ser que quizás esa enorme cantidad de neuronas, de conexiones que van a desaparecer, representara algo que para los adultos está prohibido, algo que nos conecta con otras realidades que negamos, con una conciencia del ser humano primigenio que se va a eliminar en búsqueda de otra humanidad evolutivamente más selecta.
Donde nos dejamos la magia, la fantasía, las emociones y otros sentimientos o de manera más metafísica, que somos capaces de ver a esas edades que luego se nos niega.
Mi profesión y su día a día me hacen ver muchos niños, muchos y muchas situaciones que a veces me generan este tipo de dudas, que se pueden resumir en una: hacia donde vamos. 

 

"No walk today". Sophia Anderson 1856.



miércoles, 16 de septiembre de 2015

EL CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO II.

Veamos ahora cómo estructura la presentación del contenido. El primer capítulo hace referencia a las enfermedades de la cabeza en su totalidad, y después especifica los trastornos de los ojos en el segundo, oídos en el tercero, nariz en el cuarto y la boca que ocupa el quinto y parte del sexto. La segunda parte del sexto describe afecciones de cara, cuello y manos, el séptimo versa sobre corazón, pecho y abdomen y el octavo sobre la mitad inferior del cuerpo hasta los pies. El noveno y décimo capítulos saltan el orden establecido haciendo referencia a enfermedades anorrectales, malas digestiones, afecciones articulares, y en ellos hay también revelaciones del pensamiento precolombino en relación a afecciones del tonalli, enfermedades causadas por los aires, enfermedades en relación con el rayo, etc.
Los capítulos siguientes, el once y el doce, nos hablan de manera explícita de las enfermedades que afectaban a la población infantil y a las mujeres, y finalmente en el capítulo trece se enuncian los signos de la muerte próxima.
Hay en el texto gran cantidad de enfermedades de nomenclatura claramente europea, como el
mal comicial, la podagra, la micropsiquia, el mal de Abdera o locura. Estas son citadas en textos
clásicos y que se supone que fueron conocidos por Juan Badiano (libros de Plinio, Dioscórides y
Galeno que seguramente estarían en la Biblioteca del Colegio), quien pudiera haber intercambiado opiniones con Sahagún según se iba elaborando el libro. La influencia europea es pues importante
desde el punto de vista de su asimilación por los médicos indígenas. Hay también tratamientos de
origen prehispánico perfectamente estructurados formando parte de lo que debía ser un sistema médico indígena. Por ello, se debe de intentar separar el conocimiento puramente nativo de la influencia europea a la hora de estudiar el manuscrito.
Así, las enfermedades que afectan a las entidades anímicas se encuentran en los capítulos nueve y diez, localizando los males en la cabeza para el tonalli, los males del corazón para el teyolia y el hígado que afectaba a la tercera de las entidades anímicas o ihiyotl. Las enfermedades descritas en estos capítulos tienen en común el aumento o pérdida de calor y su desplazamiento por distintos órganos y sistemas; así como en el décimo, las enfermedades atribuidas a vientos más o menos dañinos y a cambios en el olor.
Se han realizado así mismo numerosos análisis semánticos de los nombres nahuas estableciendo contrastes con los elementos terapéuticos expuestos en el texto (Aranda 2003).
Aunque el documento se considera fundamental para el conocimiento médico nahua, hay que destacar que la medicina indígena a la que se hace referencia no se conoce a ciencia cierta si es la
del momento histórico de la Colonia, o bien a una concepción anterior.
Por otro lado, aunque la tradición es netamente prehispánica, desde el momento en que se escribe en latín y se cita a Plinio no puede considerarse indígena pura, aunque la gran mayoría de los remedios, por así decirlo, si que lo sean (Viesca 1997).
Cap. XIII. Remedios para las afecciones de los niños (1996: fol. 61v).





EL CÓDICE DE LA CRUZ-BADIANO I.

Se conoce así al documento llamado Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis cuyo autor  es considerado Martín de la Cruz. Nacido en el barrio de Santiago de Tlatelolco, parece que era noble de cuna y reconocido por el primero de los virreyes, que le otorgó el derecho a “poseer y montar una jaca”, signo evidente de nobleza (Viesca 1992). 
La obra se escribe en 1552, siendo Martín de la Cruz médico indio del Colegio de la Santa Cruz de Tlatelolco, no habiendo estudiado en facultad alguna y obteniendo sus conocimientos a través de la experiencia, quizás aprendiendo la medicina indígena antes de la Conquista o bien con sus mayores. De esta manera se convierte en un vasto conocedor de la misma. Es posible que la relación con el Virrey Don Antonio de Mendoza se estableciera a raíz de la enfermedad que padeció este en 1549, que únicamente respondió a terapias indígenas. 
El traductor de la obra fue Juan Badiano, posiblemente alumno del colegio de Santa Cruz y nacido en Xochimilco, quien manejó de manera correcta tanto el latín como el castellano. 
El manuscrito es encargado al autor por el hijo de Don Antonio de Mendoza, que hasta el año anterior había sido Virrey de la Nueva España y que desempeñaba un igual cargo en Perú, Don Francisco de Mendoza, a quien se dedica el libro y se especifica que se ha escrito bajo sus indicaciones.
Libellus de Medicinalibus Indorum Herbis.
Cap. XI. Remedios para el parto dificultoso y el menstruo sanguilonento (1996: folos. 58v-59v)



lunes, 14 de septiembre de 2015

Bernardino de Sahagún y los especialistas en salud indígenas

De los medicos.
• El medico suele curar y remediar las enfermedades.
• El buen medico es entendido buen conocedor de las propiedades de yeruas, piedras arbo-
les, e rayzes, experimentado en las curas: El qual también tiene por officio saber concer-
tar los huesos, purgar, sangrar, y sajar, y dar puntos al fin librar de las puertas dela
muerte. 
• El mal medico es burlador y por ser muy abil en lugar de sanar empeora a los enfermos
con el breuaje que les da: y aun a las vezes usa de hechizerias, o supersticiones por dar a
entender que haze buenas curas (Códice Florentino 2003 III, Libro X, Cap. VIII: fol. 20r).

De los hechizeros y trampistas.
• El naoalli propiamente se llama bruxo, que de noche espanta a los hombres y chupa a los
niños.
• El que es curioso deste officio bien se le entiende qualquier cosa de hechizos, y para usar
dellos, es agudo, y astuto, aprouecha y no daña.
• El que es malefico, y pestifero deste officio, haze daño a los cuerpos, con los dichos hechi-
zos, y saca de juicio, y aoja es embaidor o encantador (Códice Florentino 2003 III, Libro
X, Cap. VIII: fol. 20v).


domingo, 13 de septiembre de 2015

La Luna y la enfermedad: los alunados

Sabemos que la mentalidad popular dota a la Luna de un gran poder mágico ya sea maléfico o benéfico. De la influencia de la luna depende la fertilidad, algunas enfermedades e, incluso, la muerte. Desde la Prehistoria hay referencias a los cultos lunares. En el Neolítico relacionaban la luna con la fertilidad y con la mujer, lo vemos en pinturas murales en las cuevas. Pueblos prerromanos consideraban a la luna la morada de las almas de los fallecidos. Los romanos incorporarán estos cultos lunares indígenas en “Lux Divina”, la diosa romana de la luz nocturna.
Culturalmente a la Luna se le atribuye una influencia directa sobre las mareas, el ciclo menstrual de la mujer y la maternidad, la elaboración de determinados calendarios, en concreto los agrícolas en relación con la maduración de las frutas, la conveniencia de realizar o no determinadas faenas como la poda, el injerto, el corte de la madera.
También se le atribuye un poder astrológico sobre los alumbramientos, la importancia de que un bebé nazca en una determinada fase de la Luna, la predicción del sexo etc.
La influencia directa de la Luna como entidad sobre el ser humano se conoce como alunamiento, mediante el cual ejerce un influjo maléfico sobre la persona que “es cogida por ella”. En cierta manera es un fenómeno relacionado con el mal de ojo, que puede llegar a confundirse y asimilarse en determinadas poblaciones.
Clínicamente la sintomatología coincide con el mal de ojo, es decir son síntomas vagos, más o menos sutiles como la presencia de un malestar general de súbita aparición, sin causa física o psíquica desencadenante, trastornos digestivos, erupciones cutáneas, daños en partos o meningitis, el individuo pasa entonces a estar alunado, en la luna o ser directamente, y coincidiendo con la tradición medieval, un lunático.
Al igual que el mal de ojo, va a afectar fundamentalmente a los niños pequeños, a los que se debe proteger. En realidad es como refieren Castillo de Lucas (1958) y Kuschick (1995) un mal de ojo producido por la Luna. 
Para diagnosticarlo se recurre al especialista, que por lo general es una mujer quien echa unas gotas impares de aceite en un recipiente de agua, viendo el comportamiento de ambos. Si el aceite se esparce o se junta o desaparece el paciente esta alunado.
La forma de eliminación es a través del conjuro y la protección con amuletos. El conjuro es un ensalmo que realiza una persona con cualidades o con la virtud reconocida de poder hacerlo, se dirige a la luna con respeto. La fórmula del conjuro incluye invocaciones a los santos, la Virgen y Jesucristo y, a veces, también oraciones cristianas como el Padre Nuestro, el Ave María o el Credo, no obstante existe sincretismo llamativo con tradiciones más paganas.
Para la protección se emplean amuletos que se cuelgan del cuello del niño, en relación con la luna como corales, medias lunas o crecientes lunares, etc.
Colocando en el exterior de las chimeneas símbolos lunares también actuaría de elemento protector, la explicación que se da es que a la Luna le gusta verse retratada en los tejados, además los agujeros de las chimeneas son las únicas aberturas que permiten que entre el influjo de la Luna. Para evitar el influjo lunar también se colocan cruces en la chimenea o las tenazas abiertas. 



viernes, 11 de septiembre de 2015

Freaks

Quisiera hacer un pequeño homenaje a la que a mi juicio es una de las mejores películas del siglo XX: Freaks, de Tod Browning, traducida a nuestro idioma como la Parada de los Monstruos
La película nos habla de la relación sexual entre la altiva y hermosa trapecista Cleopatra y el enanito Hans, que abandona a su pareja Frieda también otra enanita. Cleo y su chulo pretenden robar y asesinar a Hans, que se da cuenta tras ser engañado activando un sistema completo de venganza a través del resto de los monstruos del circo, que reducen a Cleo a un ser más monstruoso aún que ellos a través de la mutilación.
Puesto que se rueda con personajes reales, la película tuvo que hacerse de manera clandestina para evitar las acusaciones de abuso de los personajes que empezaban a circular por los platós.
Las enfermedades que los personajes padecían en la realidad fueron Enanismo de tipo hipofisario, armónico por defecto de la hormona de crecimiento, Acondroplasias, el llamado esqueleto humano, un enfermo de Fibrodisplasia osificante progresiva, rarísima enfermedad, la mujer barbuda afecta de hirsutismo, la mujer pájaro posiblemente con el Síndrome de Seckel con un retraso mental y un aspecto característico dentro del enanismo, de pájaro, el hermafrodita, del que se duda que no fuera un truco cinematográfico, los microcéfalos, tres seres dulces e inocentes llenos de bondad, cuyas
causas pueden ser muy variadas desde genéticas a infecciosas en la gestación, la Amelia o focomelia con ausencia de extremidades o déficit parcial, las hermanas siamesas etc.
Esta película dura y cruda representó de alguna manera la sociedad estadounidense de la época, basada en un relato de 1923 del escritor Clarence Aaron “Todd”, Robbins llamado Spurs, que narraba la historia de Jacques Courbe, en la película Hans.
Imaginemos en 1932, año de su producción la sensibilidad del espectador ante la muestra de la enfermedad y la crítica social implícita, desviado totalmente de loscánones tanto de la ciencia como de la belleza del momento. Imaginemos la repulsión inicial en una sociedad farisea estadounidense de entre guerras saliendo de la gran depresión, que únicamente se reflejaba en las producciones de Hollywood llenas de glamour. Evidentemente el mensaje es de aceptación, de inclusión social, de esperanza y de humanidad ante los auténticos valores del hombre.
Os la recomiendo ampliamente para que todos renunciemos a nuestros miedos.


viernes, 4 de septiembre de 2015

Parálisis del sueño

Probablemente sea una de las parasomnias que más leyenda negra tienen asociada y más fenomenología de corte popular como iremos viendo. Sucede asociada a la fase REM.
Se define como la incapacidad para realizar movimientos voluntarios al conciliar el sueño ó al despertar sin compromiso de la respiración ó de los movimientos oculares.
Entre un 40-50% de la población lo ha sufrido en algún momento de su vida.
Pueden aparecen de forma aislada, de forma familiar (dominante ligado a X) ó
asociados a narcolepsia.
La privación de sueño y las emociones favorecen su presentación. En la polisomnografía aparece atonía muscular, desincronización del trazado EEG y movimientos bruscos de los ojos.
Más popularmente se percibe la incapacidad para moverse al quedarse dormido o al despertar, caracterizándose por un estado de transición entre la vigilia y el sueño profundo que se presenta con atonía muscular completa. Se presenta al inicio del sueño o al despertar, y muy frecuentemente se asocia con la visualización de imágenes terroríficas, en las que la persona no puede reaccionar debido a la parálisis muscular.
Las alteraciones se encuentran en el sueño REM. Se ha visto que tiene relación con la narcolepsia, migrañas, ansiedad, y la apnea obstructiva del sueño, sin embargo, también puede ocurrir en el aislamiento del individuo.
La parálisis del sueño puede ser aislada, donde los episodios duran menos de 1 minuto y son poco frecuentes y puede ser recurrente en la que los episodios son muy frecuentes.
A diferencia de la narcolepsia los ataques son más comunes al despertar.
La prevalencia de la parálisis del sueño en la población general es del 6,2%. Solo el 3% presentan la forma recurrente. El 36% tiene entre los 25 y 44 años de edad.
Como decíamos es una alteración de la fase REM y la vigilia. La polisomnografía
muestra menores latencias de sueño REM de lo normal junto con NREM acortado y fragmentación del sueño REM.
Se plantea que la causa pueda ser que las neuronas que regulan el sueño están fuera de equilibrio,con predominio de la actividad colinérgica sobre la serotoninérgica. También puede haber un problema con la regulación de la melatonina, que en circunstancias normales se regulan las poblaciones neuronales serotoninérgicos. La secreción de melatonina se encuentra alterada lo que explicaría la parálisis muscular. Tras la parálisis del sueño es común que se presenten dolores de cabeza, dolores musculares o debilidad
y/o paranoia. Existe además un componente genético, puesto que se ha visto a incidencia en gemelos monocigóticos (iguales).
La parálisis del sueño ocurre ya sea al quedarse dormido o al despertar como hemos ido viendo. Cuando se produce al inicio del sueño, la persona está consciente mientras que el cuerpo se va inhibiendo al entrar en sueño REM (parálisis del sueño hipnagógica). Si
es al despertar, (parálisis del sueño hipnopómpicas) se produce al final de la noche al alterarse la fase REM. Dura de unos segundos hasta varios minutos, pudiendo presentarse en función del tiempo mayor sensación de angustia o pánico. El individuo es incapaz de moverse o hablar, presentando únicamente movimientos oculares.
Pueden existir a la par alucinaciones hipnagógicas y hipnopómpicas. Las formas mas comunes son pensar que hay alguien en la habitación, el “íncubo” y las denominadas sensaciones motoras vestibulares.
En ocasiones el individuo al salir de la parálisis muestra movimientos bruscos, con agresividad o violencia producto de un aumento de la actividad hiperalerta. El sistema de vigilancia activado es un mecanismo de protección que el cuerpo utiliza para diferenciar entre situaciones peligrosas y determinar si la respuesta de miedo es apropiado. Este sistema de vigilancia de manera normal es selectivo en relación al estímulo, puesto que la precaución aumenta la supervivencia de la especie, sin embargo esto no existe en la parálisis del sueño, que sienten el fenómeno como una amenaza. Se cree que el tálamo recibe la información sensorial y lo envía a la amígdala, que regula la experiencia emocional de manera que entre tálamo, amígdala, corteza cingulada anterior y tegmentun pontino se crea esta percepción alterada. La corteza cingulada anterior tiene una amplia gama de conexiones corticales lo que integraría las diferentessensaciones y emociones que experimentamos ante las amenazas de manera normal. El complejo amigdalino nos ayuda a interpretar la experiencia emocional y actuar adecuadamente ante una situación potencialmente peligrosa y actuar correctamente.
En resumen todo este sistema de hiperalerta deja de funcionar de manera normal y se hiperactiva en la parálisis del sueño.
Hay dos tipos de alucinaciones. Lo más común es percibir que hay alguien en la habitación.
La alucinación de tipo íncubo se asocia con la creencia del sujeto de que un intruso está intentando asfixiar o estrangular al individuo. La parálisis del sueño eliminaría la movilidad respiratoria y el sistema de hiperalerta se activaría para evitar la asfixia percibiéndose como una amenaza que despierta a la persona. También la respiración rápida y superficial, la retención de CO2 y una ligera obstrucción de la vía aérea, un
síntoma en los pacientes con apnea del sueño acrecientan la sensación de asfixia.
La percepción entonces se define como alguien que intenta asfixiar a la persona y esta lucha hasta que finalmente se despierta. El intruso y alucinaciones incubus se correlacionan entre si y también a su vez con el tercer tipo de alucinación, la alucinación-vestibular del motor, o experiencias fuera del cuerpo.
El tercer tipo alucinación afecta el tronco cerebral, cerebelo, y los núcleos vestibulares a diferencia del anterior. Todas estas estructuras regulan el equilibrio y el movimiento.
En la parálisis del sueño, estos mecanismos por así decirlo, se encuentran desactivados puesto que no hay movimiento real, percibiendo el individuo sensaciones de estar flotando sobre su propio cuerpo.
Para prevenir la parálisis del sueño lo correcto es una buena higiene del sueño, evitar la ansiedad y ciertas medicaciones excitantes, así como evitar dormir boca arriba en ciertos casos para evitar el colapso de la vía aérea.
En contadas ocasiones se trata de manera farmacológica con antidepresivos tricíclicos y con los inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina en casos recurrentes que
afecte a la vida del paciente y con eficacia variable.
En realidad se considera de manera general un cuadro benigno sin riesgo para la salud.

Sueño y cultura

Si profundizamos en la bibliografía histórica y antropológica sobre la parálisis del sueño, encontramos que a nivel cultural se va a conocer desde siempre. En la Inglaterra antigua, en Suecia y en países del Norte de Europa se conocía como aere o The Old Hag, la Vieja Bruja, mujer maldita, con diferentes nombres según el país, que ataca durante el sueño, definiéndose como un ser maligno que se situaba en el pecho del durmiente. En Islandia se llama tener una ara identificado con un duende o un súcubo. Otras culturas europeas presentan variaciones del mismo folklore, llamándola con diferentes nombres: proto-germánico/maron; inglés antiguo/mare-maere; alemán: mahr; etc 
En Fidji, llamada kana tevoro, se interpreta como una posesión demoníaca, o que el demonio trata de devorar a la víctima o también el espíritu de un difunto pariente que ha vuelto para terminar algo que quedaba pendiente. 
En Turquía se denomina karabasan y un espíritu o djinn, de tipo demoníaco ataca a la persona. La manera de defenderse es a través del Corán de manera popular. 
En Africa y sobre todo en Nigeria se percibe como el ataque demoniaco del  “Diablo en la espalda”. Siendo más frecuente por motivos culturales en la población negra. Por ejemplo  en Etiopía se utiliza la palabra dukak, que se cree que es un espíritu maligno que posee la gente durante su sueño. 
De manera muy similar en China se conoce como “fantasma sobre el cuerpo” o “fantasma en la cama” y también en el resto de Oriente, por ejemplo en Corea, en Camboya, en Indonesia, en Vietnam, se asocia con espíritus que se colocan en la espalda o en el pecho intentando matar a la persona sujetándola. 
En México y otras regiones de América, desde el Sur de Estados Unidos al área Andina se cree que es causada por el espíritu de una persona muerta que se acuesta sobre el cuerpo de la víctima para dormir, sin permitir a la víctima el movimiento, conociéndose como “subirse el muerto”, con connotaciones muy sincréticas con el cristianismo y las creencias actuales. 

miércoles, 2 de septiembre de 2015

Lactancia en los aztecas I.

La alimentación de los niños mexica (aztecas) antes de la Conquista, mantenía hasta los cuatro años la lactancia natural. Si fallecía el niño en periodo de lactancia materna, iba a la primera mansión celestial Chichiuacuauhco, donde había un árbol cuyas ramas daban leche  y actuando el mismo como nodriza (León 1910).

Imagen: Chichiuacuauhco.
ARBOL DE LA VIDA
(Códice Vaticano A 1979: fol 3v)

Andrés Vesalio

Andrés Vesalio (1514-1564), de origen belga, cursa estudios en Lovaina y París, donde se relaciona con Andrés Laguna. En Padua es nombrado, a los veintitrés años, profesor de Cirugía y Anatomía.
Como médico del emperador Carlos V, se traslada a Bruselas en 1544 y trabaja varios años en el seno del Ejército Imperial, lo que le sirve para ampliar profundamente sus conocimientos anatómicos.
Se relaciona con cirujanos españoles como Dionisio Daza Chacón, cuya  Práctica y Teoría de la Cirugía constituye una importante fuente para su bibliografía, además de aprender de cirujanos de otras nacionalidades como Bartolomé Maggi y su tratamiento de las heridas por arma de fuego, novedoso por lo opuesto a las tesis medievales del pus loable (López Piñero 1992).
Publica su obra culminante en 1543, De Humani Corporis Fabrica en Basilea siendo esta dedicada al Emperador, del cual fue médico personal y, posterior mente, de su hijo Felipe II.
Reside en la Corte Española entre 1559 y 1564, pero durante estos años no se dedica al saber anatómico, sino que es médico imperial con actividad asistencial. Es en la época de la publicación
de su obra cumbre y del Epítome, su compendio, cuando su influencia en la anatomía del imperio es considerada clave.
El De Humanis… (1997) es fundamentalmente un libro descriptivo, considera el cuerpo hu mano, como diría su autor,  arquitectónicamente como un edificio. Dedica el libro I a la narración del cosmos y del sistema óseo como pilar del hombre, siendo probablemente las descripciones osteológicas las más brillantes de la obra; el libro II a músculos y ligamentos, como partes que dan forma al cuerpo; los libros III y IV describen venas, arterias y nervios, incluyendo por primera vez  la vena Azigos y la penetración del nervio en el músculo; pese a que aún va a considerar a la manera tradicional la separación entre nervios motores o duros y sensitivos o blandos. Los libros V, VI y VII a su vez describen el contenido de las cavidades torácica (niega la perforación del tabique interventricular del corazón pero admite el paso de sangre por trasudación a través del mismo), abdominal (niega la existencia del páncreas) y cefálica (con una excelente descripción de la anatomía del sistema nervioso central), y las funciones de los órganos descritas de forma galénica.



martes, 1 de septiembre de 2015

Sobre mi

Es curioso, siempre he creído que todo lo que he estudiado no quedaría solo en el ámbito meramente académico.
Es decir, que estudio para superarme y para aprender y transmitir. Ahora bien, en ocasiones este pensamiento choca con las mentes universitarias más arcaicas y obtusas. Creo que el conocimiento hay que democratizarlo, sacarlo de las aulas y los claustros y para ello hay que adoptar medios populares de comunicación.
Debemos de preocuparnos menos por el Journal o el Science correspondiente y hacer que alguien (que de otra manera nunca hubiera tenido acceso a según qué recursos o información) se interese por nuestras experiencias y nuestros gustos.
Puedo asegurar que entre mi circulo profesional, tanto médico como histórico antropológico, se encuentran investigadores internacionales de primera línea, pero el reconocimiento más grande no viene de ellos, eso alimenta mi ego, viene de la gente que me escucha en la radio, me lee fuera de las revistas científicas y en la calle o en la web me ha transmitido su entusiasmo hacia mi labor.