miércoles, 23 de marzo de 2016

Magia, brujería y hechicería

La magia hace referencia al conjunto de recursos destinados a conseguir poderes extraordinarios con el fin de dominar o controlar la naturaleza a través del principio de simpatía o repulsión de unos objetos respecto a otros. Su origen, según Frazer lo tenemos en los antiguos rituales paganos supervivientes, y según Murray en el culto a la fertilidad. A partir del siglo XIII, la magia se irá alejando de la religión y la ciencia en el marco del debate razón-fe, realidad-apariencia, para irse ubicando en la cultura popular.
La brujería y la hechicería, ambas consideradas como supersticiones, se diferencian por la presencia del diablo a través de un pacto en el primer caso, y la ausencia del mismo en el segundo. La hechicería además usaba materiales empíricos y la brujería sobre todo empleaba la imaginación y sugestión utilizando en ocasiones hierbas, ungüentos o alucinógenos.
En la Europa moderna la brujería engloba a la magia negra o maligna, con la realización de maleficia (maleficios), para producir daños, enfermedades, pobreza e infortunio y también engloba la relación entre la bruja y el diablo. 



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