viernes, 25 de diciembre de 2015

La Luna y el Sueño III

En cuanto al sueño, la relación entre la luna y el hombre ha sido y sigue siendo un misterio plagado de mitos y leyendas. 
Francisco Javier Puertas, especialista en la Unidad del Sueño del Hospital Quirón de Valencia argumenta que se duerme peor porque hay una mayor exposición a la luz ambiental. En la retina hay unas células que detectan la luz, sobre todo la blanca (como la de la luna). Estas células están conectadas al núcleo nucleo supraquiasmatico, que es el reloj biológico, de tal forma que la presencia de luz inhibe la secreción de melatonina y por la noche, la secreción de esta sustancia puede afectar al sueño.
Investigadores de la Universidad de Basilea en Suiza ha observado que durante las noches de plenilunio, es más difícil conciliar el sueño y se duerme peor.
El estudio se realizó en el laboratorio, donde los humanos desconocían las fases lunares. A través del EEG, los movimientos oculares y  las secreciones hormonales, vieron que  los humanos responden a los ritmos geofísicos de la luna.
En las noches de luna llena, la actividad cerebral relacionada con el sueño profundo se redujo en un 30%, tardaron 5 minutos más en quedarse dormidos y se despertaron 20 min antes. Los niveles de melatonina resultaron más bajos. Estos hallazgos, en palabras de los investigadores, nos dicen que esto es la herencia de un pasado en el que la luna podría haber sincronizado los comportamientos humanos con fines reproductivos o de otro tipo, como también ocurre en animales.


sábado, 19 de diciembre de 2015

La Luna y las enfermedades mentales II

Respecto con las enfermedades mentales, un estudio efectuado por psicólogos de la Université Laval en Canadá, indica que la supuesta teoría de que la luna llena y las otras fases Lunares afectan el estado mental de las personas es falsa.
Como parte de la investigación, un equipo de expertos en Psicología estudió durante tres años, 2005 al 2008, a más de 770 pacientes que visitaron los hospitales Sacré-Cour en Montreal, y el Hotel-Dieu de Lévis durante cada uno de los ciclos Lunares.
Los psicólogos se enfocaron en los pacientes que entraron al hospital con síntomas de dolor en el pecho sin causa médica.
Evaluaciones psicológicas determinaron que la mayoría de esos pacientes sufrían de ataques de pánico, trastornos de ansiedad y deseos suicidas, pero el estudio no pudo establecer un vínculo importante entre la frecuencia de episodios de esos trastornos y las cuatro fases Lunares.
Sin embargo descubrieron que los desórdenes de ansiedad eran 32 % menos frecuentes en la última fase lunar o cuarto menguante.
Determinaron que pudiera ser una coincidencia o a un sesgo por factores que no tuvieron en cuenta, no obstante concluyeron que no existía ningún efecto de la luna llena o luna nueva en los problemas psicológicos. 
Es cierto que esto contradice la creencia popular de que la luna llena causa comportamiento extraños en las personas.
También de acuerdo con el mismo estudio canadiense a cargo de la Université Laval, al menos un 80 por ciento de enfermeras y un 63 por ciento de doctores creen que los ciclos Lunares impactan la salud mental de los pacientes.
Algunos miembros del orden creen que los delitos aumentan cuando hay luna llena, pero otros que trabajan en primera línea no están tan seguros. 
En 1998 un estudio psicológico realizado a los reclusos del centro penitenciario Armley, en Leeds, Inglaterra, indicó que existe un incremento de crímenes violentos durante los días de luna llena.  Sin embargo hay estudios de las mismas características que contradicen lo anterior.
La conducta de la gente va a depender en gran parte de sus de sus creencias, si se cree que hay algo mágico en la Luna y que su hechizo puede influir, es posible que exista una alteración de la conducta o una somatización de la enfermedad


lunes, 14 de diciembre de 2015

La Luna y la maternidad I

Es muy común entre los médicos pensar que en las noches de luna llena pueden suceder situaciones relacionadas directamente con la enfermedad o el comportamiento humano en aquellos individuos especialmente sensibles.
En las maternidades se cree que los partos prematuros, los partos de embarazos de riesgo y el volumen de partos en general aumentan en las noches de luna llena, las más temidas para estar de guardia en el mundo de la perinatología. 
La explicación que se ha tratado de dar al primero de los interrogantes, está en relación
con la Luna y sus efectos gravitatorios, tanto en las personas como en los animales. Entre los médicos lo conocemos como la teoría de las mareas.
La Luna afecta al movimiento de los océanos, que constituyen el 70% de la superficie de nuestro planeta, en consecuencia si el cuerpo humano está compuesto de agua en un 70%, podrían las fases de la luna  producir sintomatología, favoreciendo por ejemplo la rotura de membranas de la bolsa de líquido amniótico, primer paso para desencadenar el parto. 
Puesto que la cuestión anterior era la base de una duda razonable, existen también estudios médicos como el llevado a cabo por el Hospital de Cruces de Bilbao en Diciembre 2003. Dicho trabajo, en contra de las creencias populares, concluye que la luna llena no aumenta el número de partos ni ejerce influencia en los alumbramientos prematuros
Esta es la conclusión tras analizar 79.830 partos atendidos a lo largo de 15 años. El estudio, demuestra que las diferentes fases lunares no tienen influencia alguna sobre el número de partos, siendo similar el número de partos en cada una de ellas. 
Los datos de este estudio dejaron claro que esta creencia popular no tiene una base científica, ya que  esta asociación cambia de una cultura a otra, en nuestro medio se piensa que la luna llena es la que se asocia al mayor número de partos, mientras que otras culturas responsabilizan de este hecho a la luna nueva. Se insistió en que en el inicio del parto influyen más factores hormonales y fisiológicos que factores dependientes de la posición de la luna.



domingo, 6 de diciembre de 2015

Fauna fantástica

Hasta hace poco tiempo, España ha sido un país predominantemente agrícola, incluso aún hoy día, una gran parte del territorio tiene una marcada área rural, por ello es fácil pensar que parte de los animales que conviven a diario con el ser humano, se hayan ido incorporando al imaginario colectivo.
Encontramos animales en todas las representaciones de nuestra cultura, en heráldica, monumentos, en la tradición oral y escrita, pudiendo ser animales reales o inventados. También en las representaciones cristianas lo animales como veremos cumplen un importante papel.
En nuestra geografía de manera muy particular van a destacar los siguientes animales, el lobo, el dragón, la serpiente, el perro, el toro, ciertas aves, gatos etc., también aquellos considerados fabulosos de características fantásticas y por último aquellos que comparten rasgos animales y humanos pertenecientes al mundo mágico. Veremos los más frecuentes.
a. Lobos:
Considerado a nivel rural el principal depredador y enemigo del ser humano. Es, en el imaginario popular, un ser nocturno, que ataca en la noche, asociándose a las fuerzas del mal.
Esas características malignas nos han dado a seres míticos tan representativos como el Lobishome y el Rabishome, los hombres lobo españoles, que se ven fundamentalmente en dos regiones geográficas curiosamente muy diferentes entre si como Extremadura y Galicia. En Cataluña encontramos al Pare Llop y el Encortador de Llops, seres humanos con la capacidad de ser obedecidos por lobos, a los que dirigen en sus actos de mala fe contra los ganados de lo campesinos. 
A los lobos se les da poderes que van más allá de los naturales, como la capacidad en el humano de quedarse sin voz y con el pelo erizado al verlo, hecho común en Galicia y en la Italia antigua (recogido en la literatura de Plínio).
En nuestra cultura al lobo se le vence con el fuego, por ello los campesinos siempre llevaban un manojo de paja cuando transitaban por zonas cercanas a las manadas, con el sonido de la gaita en el norte de España, y también en el área de Galicia con el chirrido de las ruedas de los carros. Estos sonidos tan agudos, se suponía que producían un rechazo en el animal y por tanto se les ahuyentaba.
El lobo se considera un animal mágico en si mismo que no suele necesitar dadas sus propiedades otro nombre propio que lo identifique en el imaginario.
b. Serpientes.
En nuestra mitología la serpiente por lo general tiene connotaciones negativas. A veces son la representación de una bruja o un hada para llevar a cabo sus actos, otras veces las vemos custodiando un tesoro.
Para el cristianismo la connotación maldita es evidente desde que tiene lugar el episodio del Jardín del Edén en el Antiguo Testamento.
Se identifica también a la serpiente con la inteligencia, con la inmortalidad (por los cambios que tiene de piel, la cual se empleaba en numerosos remedios para el ganado o en forma de emplastos para los dolores de muelas y de cabeza), con lo siniestro y sibilino, por ejemplo en Galicia, Extremadura y Castilla es común la creencia de que las serpientes se pueden colar en las casas de la madres que amamantan a sus hijos y cuando estas duermen se enganchan al pecho dando a los bebés la punta de su cola para que succionen y calmarlos.
La serpiente es además la forma que adopta la Moura gallega para probar a aquellos que quieren desencantarlas. Viven en cuevas, pozos, lugares cercanos al agua.
Serpientes míticas son por ejemplo el Erensugue euskera, genio con aspecto de serpiente voladora, que puede tener hasta 7 cabezas, otra serpiente de la mitología vasca sería el Sugaar, que es una serpiente macho que atravesando el cielo como una hoz de fuego produce la tempestad. 
El Cuelebre asturiano y cántabro, a caballo entre una serpiente y un dragón. Es una gran serpiente alada, en León se conoce como Culebrón, al que únicamente se le puede matar pinchándole la garganta o dándole de comer aquello que no puede digerir, como piedras. Suele custodiar personas con tesoros, los cuales solo se pueden liberar la mañana del día de San Juan. Similar al anterior encontramos al Culebrón, muerto por un caballero templario que rescata a la población de la zona.
En Andalucía tenemos a la Tragantía en Jaén. En este caso la serpiente se corresponde a una princesa mora abandonada por su padre al entrar las tropas cristianas y que en las noches devora a los niños.
c. Dragones.
Es la figura animal más universal y ampliamente representada, desde el Extremo Oriente al Mediterráneo, incluyendo el territorio americano. En la Italia Antigua reflejados en la Historia Natural de Plinio y localizados en la India, en el Medievo en los libros de caballerías donde los caballeros cristianos peleaban con ellos para defender a las doncellas. Identificadaos de manera constante con el Mal, personificando en Biblias y Bestiarios el Apocalipsis. En la mitología española son especialmente frecuentes en el área mediterránea y en concreto en Cataluña, se les representa como grandes animales, de aspecto similar a los dinosaurios, con alas, boca por la que echan fuego, cola de serpiente, etc. La leyenda más popular corresponde a San Jorge que libera a una doncella hija del Rey de Capadocia de las garras de un dragón en Montblanc, o bien se localiza también en el Bajo Ampurdan y en la Montaña de Tallet.
En estas áreas existen otros dragones como la Draga del lago de Bañolas, el Dragón de Malmercat, el de Noades encargado de custodiar su lago, e incluso la Vibria que es la versión femenina del dragón en Cataluña, representada con pechos (del latín viver viperus que significa víbora).