Se considera que la bruja reniega de Cristo pactando con el diablo, realizando misas negras y aquelarres en los que se parodia la misa cristiana en honor a Lucifer, representado por el macho cabrío y obteniendo de esta forma poderes sobrenaturales.
Según las creencias populares se les solía atribuir una serie de poderes tales como plagas en las cosechas, enfermedades y muerte y se las consideraba expertas en la fabricación de todo tipo de remedios y pócimas.
“No hay enfermedad física, ni siquiera la lepra o la epilepsia, que no puedan ser causadas por brujas, con permiso de Dios. Y esto lo prueba el hecho de que los Doctores no exceptúan ninguna clase de enfermedad. Pues una cuidadosa consideración de lo que ya se ha escrito acerca del poder de los demonios y la malignidad de las brujas mostrará que esta afirmación no ofrece dificultades”.
Malleus Maleficarum
También dentro de sus poderes estaban la invisibilidad, la transformación en determinados animales, y los vuelos nocturnos.
Se sancionaba con la pena capital de manera común teniendo referencias en el Antiguo Testamento, en Platón, en antiguas leyes romanas y en los principios del cristianismo.
La figura clásica de la bruja se encuentra descrita por sus perseguidores. El 75% de los procesados en nuestro país son mujeres, sin embargo en Rusia y Estonia, se invierte la proporción, y en los países escandinavos la distribución por sexos es casi equivalente.
Entre las causas de condena al sexo femenino encontramos que la mujer era considerada moralmente más débil, más carnal y sexualmente menos comedida, siendo más fácil caer en la tentación del diablo. El pueblo sin embargo priorizaba sus atribuciones mágicas, siendo más fácil además por la profesión de la mujer, cocineras, curanderas y comadronas. Una de las teorías que además apoyan que las principales acusadoras y usuarias fueran mujeres es por la facilidad de usar esta vía como venganza para hechos puntuales, mientras que los varones se asociaban más a motivos políticos.
La edad de las brujas acusadas durante los primeros años de ejercer la magia amatoria oscilaba entre los veinte y treinta años. En el periodo de mayor apogeo de la caza de brujas, se condenó también a adolescentes, incluso a veces los hijos de las brujas eran víctimas de acusaciones, al ser sus herederos y aprendices. Sin embargo conforme avanza el tiempo, la mayoría tenían más de cincuenta años, puesto que se amplían los campos de actuación y la magia amatoria no es la única a desarrollar, encontramos, venganzas, magia negra, curanderismo, etc.
Algunas brujas eran curanderas y comadronas, oficios que realizaban mujeres de edad avanzada, lo cual explicaría la afirmación anterior. De todas formas, esto no era incompatible con la idea de la bruja movida por el deseo sexual, pues se creía que el diablo se aparecía a las futuras brujas en forma de un joven atractivo, y tanto si fuera joven o vieja, se suponía que se movían por la lujuria.
Respecto al estado civil la mayoría eran solteras o viudas, las escasas casadas no estuvieron expuestas a cargos por brujería, pero sí sufrieron acusaciones debido a conflictos de carácter familiar.
Aquelarre.
Francisco de Goya. Museo Lázaro Galdiano, Madrid.